En el mundo de la industria se necesitan muchas clases de abrasivos con la finalidad de transformar materiales y cambiar por completo su aspecto.
Con el tiempo, se han ido usando materias primas abrasivas de distintos orígenes, tanto naturales como artificiales, y cada una de ellas tiene una serie de ventajas e inconvenientes, además de trabajar mejor con uno y otro material.
Usos de las herramientas abrasivas
El uso de abrasivos está muy extendido y aunque a nivel doméstico podemos hacerlo de forma manual, con el típico papel de lija, en la industria siempre se realiza por medio de herramientas que facilitan mucho el trabajo.
La amoladora es quizá la herramienta que más se emplea
Cuando hay que desbastar materiales, una de las herramientas preferidas es la amoladora, como la MAKITA GA4530R con cable o la MAKITA GA005GZ BL que viene con batería.
Sirven para pulir el metal con el fin de darle algún tipo de tratamiento como soldarlo o pintarlo, quitar el óxido, rebajar las rebabas tras los cortes, dejar una soldadura lisa, etc.
Escogiendo las materias primas abrasivas adecuadas no hay nada que se le resista a este instrumento, el cual podemos equipar con un disco de láminas 3M™ 769F para hacer el trabajo.
Las principales aplicaciones de estos productos son desbaste, corte y pulido de una gran variedad de materiales como todo tipo de metales, plásticos y materiales compuestos.
Los campos de aplicación pueden ser: objetos de diseño, instrumentos quirúrgicos, barcos, piezas de acero inoxidable y en metal, maquinaria para la industria Alimentaria y química, menaje y joyas,etc.
También hay herramientas fijas que se emplean para afilar y pulir
Aunque la amoladora es la herramienta que nos viene a la mente cuando hablamos de utensilios abrasivos, también hay otras fijas que pueden hacer otro tipo de trabajos.
Nos referimos a las que sirven para afilar navajas, cuchillos, etc., que llevan una rueda de gran dureza con el fin de poder desgastar el metal y sacarle filo, aunque también hay trabajos más finos.
De hecho, a veces estas máquinas se equipan con ruedas de fieltro o materiales similares que junto a un producto como la pasta rosa para pulir acero inoxidable de alto brillo RT-505 pueden sacar lustre a los metales, lo cual no deja de ser una abrasión suave de la capa externa para que aparezca una interna.
Características y propiedades de los materiales abrasivos
Al usar abrasivos en la industria, sus propiedades son muy importantes, pues hay que tener en cuenta varias como son la dureza, la tenacidad y el tamaño del grano, entre otras.
La dureza es la oposición que ofrecen los materiales a las alteraciones físicas. De ese modo, no elegiremos un abrasivo de fieltro (con una dureza mínima) para quitar el óxido de un metal o rebajar una soldadura.
Otra propiedad es la tenacidad, la energía que absorbe un material antes de romperse. Siguiendo con el ejemplo anterior, un disco de fieltro para pulir se quemaría si tratáramos de eliminar una rebaba en un metal que acabamos de cortar.
El tamaño del grano del material abrasivo también es muy relevante, pues de él dependerá la terminación y el tiempo que vamos a emplear en terminar el trabajo.
Un abrasivo de grano grueso desbasta mucho en segundos, pero a cambio deja un acabado tosco que luego hay que retocar. Con las materias primas abrasivas de grano fino sucede lo contrario, ya que nos dan un acabado fino a cambio de desbastar muy poco el material.
Tipos de abrasivos
Podemos ver muchos ejemplos de abrasivos y se suelen dividir entre los naturales y los artificiales.
Abrasivos naturales
Son aquellos que salen directamente de la naturaleza y que no se procesan apenas para su uso en la industria en donde los seguimos viendo por su bajo precio, aunque se van sustituyendo por los artificiales que tienen unas mejores características.
Uno de los más usados es el esmeril, que se saca en forma de roca y se muele para hacer polvo con el cual se fabrican piedras de afilar que se colocan en las esmeriladoras del tipo de la YAIM 1/2 C.V. D-200 YA-1200.
El cuarzo es otro de los abrasivos naturales que podemos ver en algunos productos, en especial en aquellos discos de bajo precio dirigidos al mercado doméstico, aunque a su vez es la materia prima favorita cuando se trata de la abrasión por chorro de arena.
Abrasivos sintéticos
En la actualidad son los que más vemos a la venta, puesto que sus propiedades son mejores que las de los abrasivos naturales. Se fabrican mezclando materias primas sacadas de la naturaleza con algunos aditivos, dando lugar a materiales muy duros.
Entre los más utilizados está el nitruro de boro cúbico, puesto que es muy duro y resiste muy bien al calor. De hecho, con este material se trabaja el hierro porque no produce ningún tipo de reacción.
Otro abrasivo sintético muy conocido es el carburo de silicio, con el cual se hacen discos de corte que proporcionan acabados finos a la hora de trabajar la piedra y materiales de similar dureza.
Ahora hay varias clases de abrasivos disponibles, lo que nos ayuda a escoger el que tenga mejores propiedades para nuestro trabajo, siempre atendiendo a la dureza de las piezas que queremos transformar, si deseamos un acabado fino o solo desbastar.
Tecnologías revolucionarias como el de los discos Cubitron II de 3M: ingeniería de granos cerámicos de precisión, obteniéndose un mineral abrasivo de puntas muy afiladas y de corte rápido, que se desgastan uniformemente y trabajan en frío; todo esto optimiza el desgaste del material.
Este mineral de forma triangular ha sido diseñado para fracturarse mientras se desgasta, y durante este proceso las aristas o puntas se auto afilan continuamente y cortan como un cuchillo.
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