Vivimos rodeados de muchos tipos de juntas de estanqueidad, en especial cuando nos subimos a un coche o a un autobús, pero también si trabajamos en un almacén e incluso las podemos tener en las ventanas de casa.
Nuestra tienda dispone de un gran surtido de juntas de estanqueidad con varios usos, tanto para que no se salga el agua de los grifos o del WC como para las ventanas del tipo de la goma espuma 8×10 rectangular, por lo que podrás encontrar la que necesites.
Qué son las juntas de estanqueidad
Una junta de estanqueidad no es más que una pieza de material adaptable (se suele utilizar la goma o el plástico) que sella dos caras y que se usa en lugares por los que va un fluido, sólido o gas.
Aunque la goma es el compuesto más común, lo cierto es que se pueden encontrar incluso de materiales metálicos, y en muchas ocasiones lo que hacen es sellar la unión de dos piezas metálicas, las cuales gracias a estas juntas no se tienen que mecanizar a la perfección ahorrando dinero.
Las juntas de estanqueidad de goma las tenemos en casa, en las ventanas, con el fin de que no pase el aire, en la cisterna del WC, consiguiendo que el agua permanezca en ella o en los grifos, de manera que al cerrarlos no hay fugas de ningún tipo.
Si nos vamos al coche, la cantidad de juntas es enorme, como la que sella la culata y cuya avería es muy temida, o una más simple en el tornillo del cárter (metálica en este caso) que se aplasta al apretar el tornillo y que evita pequeñas fugas de aceite.
Estos son los tipos de juntas de estanqueidad
En el mercado hay disponibles muchos tipos de juntas de estanqueidad, las cuales son distintas dependiendo de la pieza en la que se coloquen y el fluido que tienen que evitar que se salga.
Collarines
Se trata de una junta gruesa destinada a aplicaciones hidráulicas y neumáticas, siendo de material flexible y a la vez resistente como el poliuretano.
Por ejemplo, las vemos en los cilindros hidráulicos, puestas dentro de la cabeza de este y consiguiendo así la estanqueidad, pues gracias a estos collarines el líquido hidráulico no fluye a través de la cabeza de los cilindros.
Al estar en contacto con fluidos hidráulicos, además del poliuretano, se fabrican de nitrilo, materiales ambos que resisten muy bien los elementos químicos.
Empaquetaduras
Suelen tener forma de V y las podemos ver en los vástagos y pistones de los motores, haciendo que ambos elementos sean estancos y trabajando con aceites, agua o todo tipo de emulsiones sin estropearse.
Se fabrican combinando la goma y diversos tejidos, lo que asegura que su vida útil va a ser muy larga y que la estanqueidad va a ser perfecta, empleándose también en sinfines, bombas, etc.
Juntas tóricas
Este tipo de juntas ya nos son más familiares, pues son las que se usan en fontanería y es posible que nosotros mismos hayamos cambiado alguna en el hogar.
Casi siempre tienen forma circular y su sección no es plana, sino que en la mayor parte de los casos también es redonda, lo que hace que las reconozcamos enseguida cuando las vemos como el hilo tórico nbr.
Las tenemos en los grifos, en las tuberías, en los calentadores, las calderas de gas, en los racores que llevan el agua a la cisterna dentro de la misma, en las bombas de los acuarios y casi en cualquier sitio en que exista el paso de agua.
Su función es deformarse cuando las dos partes de la unión ejercen fuerza sobre ella, impidiendo las fugas de gas o de líquido, y dada la enorme cantidad de juntas en las que podemos verla se hacen de materiales de lo más diversos.
Entre ellos están el caucho sintético, la goma de nitrilo, el perfluorelastómero con una enorme resistencia química y que soporta más de 300 grados o la goma de nitrilo carboxilado que resiste los desgarros.
Retenes
También muy conocidos porque más de uno hemos tenido algún problema con los retenes del coche, cuya función es mantener la estanqueidad entre una parte móvil y una fija.
Es un tipo de junta que se emplea con el fin de que fluidos densos como el aceite o las grasas no se salgan y de ahí que veamos retenes en la dirección de los vehículos, en donde la grasa es fundamental para lubricar el movimiento de todos los mecanismos.
Al trabajar con este tipo de fluidos, los retenes se hacen en nitrilo o vitón, materiales que aportan elasticidad y resistencia.
Estos son solo algunos de los tipos de juntas de estanqueidad que se pueden encontrar en el mercado, pequeños trozos de material flexible en la mayoría de las ocasiones y cuyo fallo hace que muchas máquinas queden inservibles o que tengamos una fuga de agua en casa.
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