La manufactura del acero es clave en nuestra civilización, ya que la vida tal y como la conocemos no sería la misma sin este metal que está por todas partes y que nos rodea a diario.
Los tornillos de la mesa sobre la que tenemos el ordenador seguramente son de acero, lo mismo que los de la silla en la que estamos sentados, y el edificio en el que vivimos tendrá acero en su estructura.
El acero en la industria
El acero es un metal que permite que la industria funcione, ya que, sin su fabricación, la mayor parte de los sectores que todos conocemos serían inviables, o sus productos serían mucho más caros e inaccesibles para buena parte de la población.
Industria automotriz
Una de las industrias que más depende de la fabricación del acero es la automotriz, puesto que este material se usa en buena parte de los componentes como las carrocerías, los marcos, los chasis e incluso en los motores.
Aquí se necesitan materiales con unas características muy especiales, como la resistencia a la corrosión, la dureza, la durabilidad o que sea maleable, algo que cumple el acero con un coste muy bajo.
Industria de la energía
Otro de los sectores que tienen una enorme vinculación con el acero es el de la energía, en el que lo utilizan para hacer tuberías, las torres de la luz que vemos por el campo o a la hora de fabricar tanques de almacenamiento.
A su vez, las energías renovables son dependientes de esta materia prima. Con ella se hacen los perfiles de las placas solares y las turbinas eólicas.
Industria de la construcción
En la construcción se lleva empleando esta aleación desde hace ya muchas décadas. De hecho, es la mayor consumidora de acero del mundo.
Las vigas, las estructuras de los puentes, los postes de soporte o materiales tan pequeños como tornillos de acero inoxidable o pernos, todos contienen acero.
Además, los gremios auxiliares que están relacionados con la construcción, como la carpintería, la fontanería o la climatización, también dependen en parte del acero, pues sin él no podrían trabajar.
Industria del transporte
Relacionado con el sector automotor está el del transporte. Sin él, la vida tal y como la conocemos no existiría, pues trasladarnos en un tren, subirnos en un metro o hacer un viaje en avión nos sería imposible.
La creación de la máquina de vapor no habría sido posible sin el acero y fue la que movió los trenes y los barcos durante décadas. Además, hizo posible el nacimiento de la industria aeroespacial, lo que ha permitido al ser humano salir al espacio.
Fabricación del acero: procesos
Fabricar acero es un procedimiento complejo y delicado, el cual requiere de una enorme cantidad de energía y de unas instalaciones de gran tamaño.
Se extrae la materia prima y se lleva a los altos hornos
Antes de comenzar la fabricación hay que saber de qué materia prima se obtiene el acero y esta es el hierro, de forma que lo primero es extraerlo de las minas, al igual que se hace con otras que se requieren en el proceso.
Después, el hierro, el coque y la piedra caliza se meten en un alto horno, pasando el mineral a estado líquido y eliminando sus impurezas, las cuales se conocen como escoria.
Se añaden otros minerales y se lamina
El hierro líquido sigue teniendo impurezas que se quitan en esta fase. Aquí es donde se añaden los elementos de la aleación que lo convertirá en acero, como el carbono u otros metales.
De nuevo, el acero se funde y se hacen lingotes, los cuales se llevan a la laminadora con el fin de reducir su espesor. Para ello, los lingotes se calientan y se pasan por unos rodillos una y otra vez, dando como resultado barras de acero inoxidable, láminas, tubos de acero inoxidable u otros productos de acero.
Tratamiento térmico
Dependiendo de las cualidades que estemos buscando en el acero, en ocasiones hay que darle un tratamiento térmico que cambie su estructura. Esto se consigue calentándolo y enfriándolo varias veces, adquiriendo características como la resistencia o la dureza.
Acabado
Con todos los procesos que pasa el acero desde que comienza su fabricación, su aspecto no es el más idóneo.
Aquí se mejora la apariencia, la cual dependerá del destino de este acero, y además se le puede dar algún tipo de tratamiento superficial que servirá para proteger a este metal de la corrosión.
Sin la manufactura del acero nuestra vida sería muy distinta. Como hemos visto, este material está presente en la mayoría de los objetos que tocamos, en los coches, en el tren que cogemos para ir a trabajar, el edificio en el que habitamos se sujeta gracias a él y la silla en la que nos sentamos no se cae porque está unida con tornillos de este metal.
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