Debemos tener muy clara la diferencia entre acero inoxidable y acero al carbono al comprar algún producto hecho en estos materiales, como los tirafondos de acero inoxidable o una barra de pletina de acero, ya que elegir bien el acero es crucial.
Ambos tienen diferentes propiedades, y escoger acero al carbono o acero inoxidable dependerá de lo que estemos buscando, como por ejemplo la dureza o la resistencia a la intemperie.
Qué es el acero al carbono
Todos los aceros son una aleación hecha de hierro y carbono, a la cual se pueden añadir otros materiales, de forma que si nos preguntamos qué es el acero al carbono, la respuesta es un metal que tiene una cantidad de carbono que varía entre el 0,26 y el 1 %.
Esta abundancia de carbono lo convierte en un metal más resistente que otros aceros, como los inoxidables o los que se usan en las herramientas eléctricas. De hecho, se lo conoce como acero de construcción, ya que es el preferido en las obras.
Ahora también lo podemos ver en algunas partes de los coches, camiones, tubos de acero inoxidable en barandillas e incluso se hacen clavos o alfileres con él, empleándose tal y como viene de la fábrica y sin necesitar ningún tratamiento.
Cuáles son las diferencias entre el acero inoxidable y el acero al carbono
Los dos aceros son muy conocidos, quizá más el inoxidable, pese a que la cantidad que se produce es muy pequeña con respecto al acero al carbono, pero lo que no tenemos tan claras son las diferencias que hay entre ambos.
Estas divergencias son las que hacen que se escoja uno u otro en función de dónde se vaya a colocar, si va a estar expuesto a la corrosión, etc.
Apariencia
No es una de las propiedades que más importan en los aceros, pero lo cierto es que el aspecto de ambos es bastante diferente. El acero al carbono es opaco y, de hecho, esa apariencia nos hace creer que estamos ante otro metal distinto.
El acero inoxidable es brillante, una de las características que pensamos que debe tener este material y que le viene dada por la cantidad de cromo que lleva. Así, cuanto más cromo más brillante será.
Se trata de una diferencia que se aprecia bien en las navajas de electricista, que se venden con hojas de acero al carbono y de acero inoxidable. Si abrimos una al lado de la otra, apreciaremos muy bien los cambios en el aspecto de ambos metales.
Resistencia a la oxidación y a la corrosión
Los clientes de nuestra tienda nos suelen preguntar si el acero al carbono se oxida y la respuesta es que sí. Esta es una de las diferencias más notorias entre ambos aceros.
El acero inoxidable aguanta muy bien la oxidación y la corrosión gracias al cromo, el metal que también es responsable de que brille tanto. Genera una capa de protección alrededor del acero que impide que se degrade.
En el acero al carbono no hay cromo, por lo que se oxida de una forma muy rápida y no aguanta nada bien la corrosión, algo que hay que tener en cuenta al comprar algún material compuesto de este tipo de acero.
No se usan en los mismos lugares
Debido al comportamiento contra la corrosión y la oxidación, sus aplicaciones son completamente diferentes.
Así, el acero al carbono se emplea mucho cuando este material está oculto, más protegido de la humedad. De hecho, por sus propiedades, es el preferido en la construcción, puesto que no importa que tenga una pequeña pátina de óxido, pues nadie la va a ver.
Por el contrario, el inoxidable se emplea en aquellos sectores en los que sus creaciones van a estar a la vista de todo el mundo, como en las cocinas o los electrodomésticos. Aquí hay ambientes húmedos y al ser visibles no es admisible que desarrollen óxido.
El coste
Otra diferencia vital entre los dos es su coste de producción, ya que el acero al carbono es mucho más barato y de ahí que sea uno de los preferidos en la construcción, en donde hay que utilizar grandes cantidades.
En cuanto al inoxidable, los elementos que se emplean a la hora de conseguir esta propiedad, como el níquel, el cromo o el manganeso, provocan que el costo sea bastante más elevado, lo que no lo hace adecuado si se requiere mucho material, tal y como ocurre cuando se construye un edificio.
Su flexibilidad
A la hora de trabajar el acero, su flexibilidad es importante. Si es más alta es más fácil doblarlo, darle forma, hacer piezas y aquí gana el acero al carbono.
La diferencia entre acero inoxidable y acero al carbono, o mejor dicho la disparidad de las propiedades entre ambos, es lo que hace que cada uno de ellos tenga usos diferentes, en especial por su comportamiento ante la oxidación y su precio, que quizá son los dos factores que los hacen más distintos el uno del otro.
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