Realizar agujeros en madera o en una pared es algo habitual, pero no todo el mundo sabe cómo taladrar acero inoxidable, pues se trata de un material duro sobre el que las personas que no son profesionales no trabajan a menudo. A la hora de taladrar metal con un taladro percutor, como el que os recomendamos en la imagen hay que seguir una serie de pasos que son muy sencillos, por lo que perforar el acero está al alcance de cualquiera si se procede de manera adecuada.
Cómo perforar el acero inoxidable con un taladro
Hacer agujeros en acero es completamente distinto a taladrar en madera, pero gracias a la tecnología no supondrá un problema si tenemos las herramientas adecuadas.
Siempre hay que anclar la pieza
Si buscamos información sobre cómo perforar acero inoxidable, el primer paso es anclar la pieza con firmeza en una mesa, un banco de trabajo o lo que tengamos en ese momento, puesto que nunca hay que sujetarla con la mano.
El motivo es que cuando la broca traspasa, no es raro que se bloquee con la pieza y esta salga disparada, lo que puede provocarnos daños en las manos y en los brazos.
Debemos hacer un agujero previo
Cuando no sabemos cómo hacer un agujero en el acero inoxidable, es normal que intentemos realizarlo sin una guía, taladrando el metal de manera directa. Enseguida nos damos cuenta de que es un error, puesto que la broca se escurre y se nos mueve por toda la pieza, además de que es muy complicado agujerear sin tener una guía que nos ayude.
De este modo, siempre podemos hacer un pequeño agujero golpeando con un punzón para metales, dándole con un martillo, y otra opción es proceder primero con un taladro hecho con una broca fina. Así, lo mejor es golpear con el punzón, taladrar con una broca fina y luego poner la broca definitiva, pues de esta forma es más sencillo y el resultado será mejor.
Hay que taladrar a baja velocidad
Los metales duros se agujerean a baja velocidad, por lo que si el taladro nos da la opción hay que escogerla, siempre por debajo de las 1000 rpm, lo cual podemos ir regulando “a ojo”, con el gatillo, si nuestra taladradora no lleva esa función.
No queremos quemar la broca ni ennegrecer la pieza, por no hablar de que a baja velocidad vamos a tener un mejor control del taladro y el agujero va a ser más limpio, sin desplazarnos hacia los lados.
Es imprescindible lubricar la broca
En este caso, estamos empleando metal para taladrar metal, de manera que es de suponer que la fricción genere un calor elevado que puede llegar a destrozar la broca. De hecho, no es raro que conforme taladramos salga humo.
Esto lo evitamos con lubricante, que en un momento dado puede ser aceite del que tenemos en casa, pero si hacemos agujeros a menudo en acero u otros metales, conviene comprar un aceite específico para las altas temperaturas.
A la hora de aplicarlo, debemos seguir las instrucciones del fabricante, pero conviene poner unas gotas antes de comenzar, justo en ese agujero que hemos hecho con el punzón, e incluso lanzar otro chorro si vemos que el taladro tarda en entrar.
Qué broca utilizar para agujerear las superficies de acero
Taladrar metal es imposible sin una broca específica, así que dejamos a un lado las de hormigón y las de madera, ya que no sirven para nada.
Las de metal se reconocen enseguida por la punta, pues tienen un ángulo bastante pronunciado y las podemos ver anunciadas como brocas HSS, con alrededor de un 5 % de cobalto, que es lo que les da la dureza a la hora de taladrar. Su punta tan aguda permite centrarlas bien, aunque siempre es preferible hacer una guía y suelen venir con unos bordes muy afilados, pues de otra manera es imposible cortar un metal tan duro como el acero.
Otro tipo de broca que va muy bien en el acero son las que van recubiertas de titanio, que son más caras que las HSS con cobalto, pero a cambio nos dan una mayor duración, y es que una de mala calidad no nos va a durar mucho trabajando con el acero.
Si llevamos prisa, no tenemos a mano una broca más adecuada, y si se trata de una lámina fina, podemos emplear las HSS-R, que se reconocen porque son negras debido a un recubrimiento de óxido negro, y las cuales no llevan cobalto.
No son adecuadas para metales duros como el acero inoxidable, pero pueden valer en el caso de un trabajo puntual, pero debemos saber que es posible que la broca se estropee.
A modo de resumen sobre cómo taladrar acero inoxidable, necesitamos una broca adecuada, mejor con cobalto o recubierta de titanio. Además, siempre hay que tener a mano aceite lubricante y no taladrar directamente, sino hacer antes un pequeño agujero con el fin de que la broca no se escurra.
En nuestra tienda, puedes encontrar diferentes taladros y todo tipo de brocas para realizar todo tipo de trabajos y, si tienes alguna pregunta, no dudes en consultarnos sin compromiso.
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