La soldadura data de hace cientos e incluso miles de años. Contempla un proceso que se ha venido perfeccionando a lo largo del tiempo gracias al surgimiento de grandes descubrimientos, como el arco eléctrico en 1800, y de progresivos avances e invenciones que, en mayor o menor grado, han contribuido a transformarla en lo que hoy día conocemos. En la actualidad, existen diversas técnicas de soldadura que se adaptan a diferentes necesidades y que tienen un impacto muy positivo en el desarrollo de trabajos en entornos domésticos e industriales, ya que pueden ser puestas en práctica de forma cada vez más accesible y sencilla. Veamos algunas de las técnicas y tipos de soldadura más empleadas:
¿Qué es la soldadura?
Antes de avanzar, es primordial comprender la definición de soldadura. La soldadura es el proceso mediante el cual se unen o fijan dos o más elementos, generalmente de metal o termoplásticos, recurriendo a la coalescencia o fusión de los mismos y pudiendo agregar material de aporte, que puede ser metal o plástico, a fin de hacer que la unión denominada cordón sea más fuerte y duradera al enfriarse. La soldadura también es definida como un sistema debido a que en ella están involucrados: mano de obra, medios escritos (procedimientos), medio ambiente, máquinas de soldar y materiales. Igualmente, para realizar la fusión que da lugar a la soldadura, es posible apelar a diferentes procesos: con láser, ultrasonido, llama generada por gas, arco eléctrico o fricción. De esta forma es viable realizar el trabajo de soldadura en múltiples entornos, espacios cerrados o abiertos, e incluso bajo el agua. En cualquier caso, demanda de cuidados especiales como el uso de equipos para la protección de ojos y manos con el fin de prevenir quemaduras o daños por la luz ultravioleta, al igual que resguardar las vías respiratorias del humo tóxico que en ocasiones suele desprenderse. La calidad y durabilidad del trabajo depende de varios factores, especialmente de la idoneidad y funcionalidad con que sea empleado cada elemento. Entre estos podemos mencionar:
- La concentración de calor.
- El tipo de material añadido.
- El diseño del empalme o unión.
- El método que hayas seleccionado para realizar la soldadura.
A continuación hablaremos sobre las soldaduras más empleadas:
Soldadura eléctrica
La soldadura eléctrica también es conocida como electrosoldadura o soldadura por resistencia. Se caracteriza por ser un proceso de soldadura esencialmente termoeléctrico, es decir, consiste en pasar corriente eléctrica durante un tiempo prudencial a través de las piezas a trabajar, puntualmente en las zonas que se desea unir, con el fin de generar calor y presión controlados para fusionarlas o soldarlas. En este caso, no es necesario aplicar material de aporte, solamente presión y corriente durante el tiempo adecuado. Para ello se utilizan los electrodos de la máquina de soldar para que el contacto con los materiales a fusionar sea preciso y logre calentarlo hasta que se derritan y se unan, en ese momento se retira el electrodo para que el metal fundido se enfríe y solidifique, con una consistente conexión metálica. Existen otros sistemas de soldadura que utilizan fuente de alimentación eléctrica y sus mecanismos son similares al que explicamos previamente: utilizan la energía eléctrica para generar un arco voltaico entre el electrodo las superficies para derretirlas y unirlas. Suelen usar corriente continua (CC) o corriente alterna (AC), los electrodos que emplean pueden ser consumibles o no y ocasionalmente suelen usar un material de relleno o de aporte.
Soldadura electrodo
Es conocida por diversos nombres: soldadura por electrodo revestido, soldadura de electrodo, soldadura manual por arco voltaico con electrodos revestidos (Shielded Metal Arc Welding SMAW) o soldadura manual de arco metálico (MMA). Es prácticamente compatible con la mayoría de materiales, por lo que su uso es muy común en la industria del metal. En este tipo de soldadura eléctrica, la corriente crea un arco voltaico entre la varilla de electrodo consumible y la pieza de trabajo, produciendo el calor necesario para la fusión del material. El electrodo utilizado se caracteriza por ser de acero, tener un revestimiento con un fundente que produce gas CO2 durante la soldadura para proteger el área de factores como la oxidación u elementos del entorno y, además, contar con un núcleo que sirve como material de relleno, es decir no necesitarás agregar más. La soldadura por electrodo revestido puede realizarse con soldadores inverter, es decir, con equipos relativamente baratos y accesibles, cuyo manejo no requiere de entrenamiento prolongado. Igualmente, es factible trabajar en exteriores y entornos con gases y suciedad (cascarillas, corrosión, aceites, entre otros), incluso en condiciones meteorológicas adversas, como viento o lluvia. En cuanto a los tiempos de ejecución, pueden resultar un poco lentos debido a los cambios de electrodos y a la limpieza que amerita el espacio y la pieza una vez terminado el proceso. También, la cantidad de humo que genera figura como una de sus desventajas.
Soldadura TIG
La soldadura de tungsteno y gas inerte (TIG); también llamada soldadura por arco, tungsteno y gas (GTAW); se realiza gracias al calor generado por el arco eléctrico entre un electrodo no consumible de tungsteno y la pieza en la que se trabaja. Este proceso de soldaduras por fusión se lleva a cabo de forma manual, haciendo uso de una mezcla de gas inerte o semi-inerte y, aunque no siempre, material añadido o de relleno. Es de la más elevada calidad y es empleado especialmente en materiales finos y soldando acero inoxidable, pero también puede ser aplicado en la mayoría de los metales soldables. Su uso generalmente se limita al industrial con altas exigencias de calidad, puesto que requiere de habilidades técnicas y la velocidad de trabajo es relativamente baja.
Soldadura MIG – MAG
Es soldadura por arco metálico con gas y se llama así por sus siglas en inglés: Metal Inert Gas (MIG) o Metal Active Gas (MAG). Se lleva a cabo a través de un proceso semiautomático o automático de soldadura por fusión, en el que se emplea un hilo continuo como electrodo consumible y una aleación de gas inerte o un gas activo que protege la soldadura de la contaminación. Este proceso de soldadura suele ser muy productivo y rápido, gracias a la inyección continua del electrodo. Por otra parte, el equipo de soldadura requiere de un entrenamiento modesto para lograr manejarlo y, además, es muy funcional para realizar trabajos en posturas complicadas: ensambles en alturas o debajo de estructuras. Un elemento a considerar en este tipo de soldadura, es que el equipo o soldador eléctrico puede resultar costoso, también demanda de un proceso de preparación exigente. Además, no está recomendado para trabajos al aire libre. Por todo esto, generalmente se emplea para la soldadura de producción de una amplia diversidad de metales ferrosos y no ferrosos.
Soldadura en frío
Es el tipo de soldadura en el que no se recurre a la fundición o el calentamiento de las piezas para soldarlas. Consiste en unir y fijar dos elementos plásticos o metales (en estado sólido) haciendo uso de ciertos productos químicos o mecanismos industriales. En tal sentido, podemos hablar de dos tipos de soldaduras en frío:
- Soldadura en frío con máquinas: es esencialmente industrial, ya que se lleva a cabo mediante la utilización de equipos que presionan las piezas hasta eliminar la barrera entre ellas y logran que sus electrones se unan.
Es aplicable solo en material capaz de deformarse, en excelentes condiciones de vacío y de higiene.
- Soldadura en frío con productos específicos: es común en espacios industriales y domésticos. Consiste en la aplicación (rápida y sencilla) de un tercer elemento o producto adicional que sirve para unir las piezas.
Además de soldar, estos productos pueden reparar todo tipo de metales. Sumado a ello, su costo es bajo y existe una gran diversidad en el mercado.
Equipo de soldadura adecuado
Cada técnica de soldadura tiene sus características y requerimientos particulares, algunos de ellos más exigentes que otros. En cualquier caso o escenario es imprescindible contar con productos de soldadura de excelente calidad: accesorios, equipos (máquinas de soldar de última tecnología o soldadores inverter), consumibles (varillas y agregados), artículos de protección y químicos de soldadura óptimos, que garanticen la ejecución del trabajo en condiciones seguras y que contribuyan a la consecución de acabados óptimos y duraderos.
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