En la industria, existen diversos tipos de racores de fontanería, tal como se puede comprobar en nuestra tienda, por lo que resulta muy sencillo encontrar el más adecuado en cada caso, puesto que no siempre se debe utilizar el mismo.
Estas piezas son fundamentales en el trabajo de los fontaneros, que verían cómo su labor sería muy complicada si no pudieran contar con ellas.
Qué es un racor
El racor de fontanería debe su nombre a la palabra francesa raccord, que significa «conexión», lo que nos da una idea de lo que es.
A la hora de definir qué es un racor, podemos decir que es una pieza metálica, o de otros materiales como el plástico, que se emplea a la hora de enlazar tuberías o diferentes perfiles cilíndricos. Es posible que cuenten con dos roscas, las cuales giran en sentido contrario, aunque también hay racores de fontanería que se unen de otra forma y no traen las roscas.
Qué tipo de racores hay
Hay una cantidad enorme de tipos de racores en la fontanería, puesto que las conexiones son muy diversas tanto en clases como en tamaños. Los más conocidos son los metálicos, pero también los hay de plástico.
Racores de cobre
Son muy comunes y los que siempre se emplean a la hora de hacer uniones en tuberías de cobre; se conectan con rosca y, sobre todo, con soldadura.
Aguantan el uso de agua caliente, y de hecho se suelen colocar en las instalaciones del agua caliente sanitaria o de la calefacción. No obstante, también se ven mucho en las tuberías de gas y en los sistemas de energía solar.
Racores de latón
Pueden conectar cañerías de acero o de plástico duro. En el primer caso, son de rosca mientras que, en el segundo, realizan la unión por compresión. Se pueden observar en piezas de calefacción como las válvulas, los filtros, purgadores o incluso los manómetros.
De acero
También son muy corrientes, y quizá los más utilizados por los profesionales. Unen tuberías de agua y, debido a que suelen estar expuestos a la humedad, siempre traen una capa de galvanizado o un exterior hecho de acero inoxidable.
De CPVC
El plástico está muy presente en el mundo de la fontanería, de manera que también hay racores hechos con este material. Son muy empleados en la alimentación, la agricultura, el tratamiento de aguas, etc.
Entre ellos, están los de CPVC, que es muy similar al PVC, pero con una resina añadida que consigue que el racor sea más duro. De este modo, puede aguantar mejor la presión y la corrosión. Por sus características técnicas, lo podemos ver en tuberías que transportan líquidos calientes e industriales, que pueden ser corrosivos.
Racores de polietileno PE
Casi siempre conectan tuberías de agua potable y de riego, tanto en los entornos domésticos y en los profesionales como en la agricultura.
Con el fin de que el agua potable no se pierda, suelen llevar una junta de goma que hace que estos racores sean estancos.
Racores de polipropileno
Es otro tipo de racor de material plástico que se emplea mucho en la industria alimentaria y cuando las tuberías transportan agua. No obstante, también los vemos en los equipos médicos y de laboratorio.
Para qué se utilizan en fontanería
Los usos de los racores en fontanería son casi infinitos, por lo que nos vamos a quedar con algunos de los más comunes.
Reparación de tuberías
Cuando una tubería metálica o de plástico se rompe, no es necesario cambiarla entera. Esto puede ser complicado dependiendo de la situación, de forma que se coloca un racor y así se repara.
Solo hay que eliminar el trozo dañado y poner un racor para unir ambos extremos. Si la rotura es grande, se puede empalmar un fragmento de tubo usando varios racores.
Conexión de tuberías
Los racores se emplean mucho para conectar las tuberías de suministro con algunos elementos como los termos eléctricos o la cisterna del inodoro, en los cuales no hay grifos de por medio.
En los primeros, veremos dos racores, que van directos desde las tuberías del agua caliente y fría al termo y, en la segunda, un racor que va desde la tubería del agua fría a la cisterna, proveyéndola de agua.
Conectar accesorios
Cualquier fontanero trabaja con cientos de accesorios a diario, de forma que los racores les ayudan a conectarlos de una manera sencilla.
Aquí, hablamos de reducciones, tes, codos, válvulas, manómetros, etc. De hecho, casi siempre hay un racor específico para cada uno de los accesorios, de manera que la conexión es instantánea y segura.
Podemos encontrar gran cantidad de tipos de racores en fontanería. En nuestra tienda online de ferretería y suministros industriales, tenemos algunos de ellos, los más comunes y los que más nos piden los profesionales, aunque existe uno para casi cualquier necesidad que se tenga a la hora de trabajar con tuberías, tanto con las de metal como con las de plástico.
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