La cantidad de herramientas que hay tanto para uso doméstico como, sobre todo, en el sector profesional, es casi inabarcable, aunque aquel que trabaje con madera o con metal debe saber para qué sirve un avellanador.
Se trata de un útil de lo más simple, pero que facilita mucho el trabajo de los profesionales cuando tienen que poner tornillos y hacer montajes tanto en madera como en metal.
Qué es un avellanador
Para saber qué es un avellanador tenemos que ponernos en la situación en la que estamos haciendo taladros con el fin de atornillar, o atornillando directamente si trabajamos con maderas blandas.
De este modo, el avellanador es una especie de broca, ya que se usa con la taladradora y que únicamente tiene filo o estrías en la punta, ya que el resto se encuentra liso, porque su parte posterior o el vástago solo sirve para acoplarse a cualquier taladradora.
Esta forma tiene un motivo y es que no debe hacer agujeros, sino ensanchar los que ya hay hechos y de ahí que solo haya filo en su extremo.
Para qué sirven los avellanadores
A la hora de colocar tornillos tenemos un problema, y es que la cabeza puede quedar muy por encima de la madera o del metal, en especial si ponemos tornillería de gran tamaño.
Como no se introduce bien, esto puede complicar el posterior montaje al tocar las piezas con ese tornillo y no ajustarlo de forma correcta, por no hablar de temas estéticos si la cabeza se va a ver, como ocurre con la madera.
Además, en el caso del metal es normal que cuando hacemos un agujero queden “rebabas”, pequeños trozos metálicos muy afilados que se obtienen como resultado del corte de la broca.
Las rebabas son peligrosas y además dificultan la entrada del tornillo, por lo que en este caso se recurre a avellanar el metal.
Así, un avellanador sirve para ensanchar la parte superior del agujero en el que se mete el tornillo a la vez que lo limpia y lo hace más regular. Con esa ampliación se consigue que la cabeza del tornillo entre en el material, quedando escondido y evitando que moleste.
En el caso de la madera, en donde la estética suele ser más importante que en los trabajos con metal, esconder el tornillo permite ocultarlo con masilla del mismo color que la pieza, de forma que, si lo deseamos, no se verá.
Tipos de avellanadores
Hay varios tipos de avellanadores dependiendo del trabajo que se quiera realizar. En nuestra web tenemos algunos de ellos, como los avellanadores cónicos y los avellandores Allen.
Avellanador Allen
Esta tornillería la podemos encontrar en todo tipo de piezas, pero la vemos mucho en las maderas a la hora de montar muebles.
Tiene unas características muy especiales, como una cabeza que suele ser pequeña, más que la de los tornillos normales, de forma que a la hora de avellanar hay que emplear un avellanador específico destinado a este tipo de cabezas.
Avellanador cónico
Uno de los más comunes y que suele servir tanto para madera como para metal, se usa a la hora de ensanchar los agujeros en los que se meten los tornillos, que así se pueden introducir más en el material.
Los hay de varias calidades y recubrimientos, así que siempre conviene comprar uno de los mejores, en especial si queremos un avellanador cónico de metal, ya que con este material sufren mucho.
Avellanador en espiral
Destinado a la madera, nos encontramos ante uno de los avellanadores más útiles y prácticos que existen, pues se hace el agujero para el tornillo y el avellanado al mismo tiempo.
Aquí vemos una broca que en la parte superior lleva el avellanador, por lo que cuando se termina de hacer el agujero se deja ya preparado para que el tornillo entre en su ubicación y no moleste.
Avellanador plano
El nombre le viene por el tipo de estrías que trae, lo que lo hace más “delgado” que el cónico y se suele utilizar con las piezas metálicas.
Dada su forma, puede introducirse por completo en los agujeros pasantes hechos en los metales con la finalidad de desbastarlos, de dejarlos lisos, facilitando así que entren el tornillo sin ningún tipo de esfuerzo.
Es normal que el interior de los agujeros en los metales quede con rebabas y fragmentos provenientes del corte, que no queden lisos y con este avellanador se consigue que el interior no ofrezca resistencia al tornillo, lo cual facilita que se coloque la tuerca por su otro extremo.
Ya sabemos para qué sirve un avellanador y qué tipos existen. En nuestra tienda disponemos de Avellanadores para metal con envios gratis , perfectos para que los profesionales puedan hacer trabajos perfectos de ensamblaje y atornillado, dejando las cabezas de los tornillos bien escondidas con el fin de que no se vean o para que no molesten.
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