Cuando nos preguntamos cómo funciona una esmeriladora y lo vemos en acción, lo cierto es que nos damos cuenta de que algunas máquinas no pueden ser más sencillas y, que a veces, lo elemental es lo mejor.
Hay muchas versiones, pero las que suelen usar en los talleres siempre son las máquinas simples y potentes, como la esmeriladora de banco profesional de la marca Yaim que tenemos en nuestra tienda.
Qué es una esmeriladora
Si queremos saber qué es una esmeriladora, podemos decir que es una herramienta con un motor eléctrico que hace girar una piedra, una muela o un disco sobre su propio eje.
Muchos tenemos en mente las piedras de afilado que utilizan las personas que se anuncian por la calle para dar filo a cuchillos, navajas o tijeras, eso es un esmeril.
Con el tiempo, han ido surgiendo varios tipos, pero la que más se emplea en todos los talleres es la esmeriladora fija, que hay quiénes las conocen como esmeriladora de banco debido a que se coloca sobre un soporte para esmeriladora en el que se atornilla y que también puedes encontrar en nuestra tienda online de ferretería industrial.
Cómo funciona el esmeril o esmeriladora
El esmeril, ya se trate de una esmeriladora cilíndrica o de una esmeriladora fija, trabaja de una forma muy similar.
Una vez que tiene corriente eléctrica, el motor hace girar las muelas a una velocidad que suele ser fija, pues hablamos de máquinas muy sencillas. De hecho, la diferencia fundamental entre ellas es el tamaño de las muelas y la potencia, la cual se suele expresar en CV (caballos de vapor), como en los coches.
Al trabajar con la esmeriladora de banco o de pedestal, basta con acercar las piezas a las muelas y podrá pulir metales, quitar rebabas de los metales mecanizados, afilar herramientas o, incluso, lijar madera con los accesorios adecuados.
Ventajas de emplear una esmeriladora
Las esmeriladoras son máquinas que están en los talleres en los que se trabaja con el metal, en especial si se utilizan muchas piezas pequeñas, pues es con estas con las que las esmeriladoras son más útiles.
Se trata de una herramienta económica y con un mantenimiento casi inexistente, de manera que tiene una serie de ventajas que la convierten en imprescindibles.
Un dispositivo con muchos usos
Entre todas las ventajas que tienen las esmeriladoras quizá la mayor es su polivalencia. Nos da igual el tipo de máquina que sea, pues la posibilidad de intercambiar muelas y discos hace que sirvan para casi todo.
Con un cambio que se hace en un momento podemos pasar de realizar un trabajo duro, como rebajar un trozo de acero que hemos cortado demasiado grande, ejecutar otro delicado, puliendo a espejo la hoja de una navaja o de un cuchillo.
Pueden rebajar y lijar madera
Las esmeriladoras de banco tienen la posibilidad de servir tanto con el metal como con madera gracias a que se pueden intercambiar las muelas según nuestras necesidades.
Así, en un lado es posible tener una muela para metales, mientras que en el otro colocamos una lijadora de banda como la que usan los carpinteros con el fin de desbastar madera a gran velocidad.
Es cierto que no es la mejor máquina con los trabajos de madera, pero la posibilidad de emplearla para desbastar y lijar pequeños trozos, al igual que se hace con los metales, está ahí.
Son seguras
Se trata de máquinas muy seguras, ya que las fijas llevan unas pequeñas pantallas para que no nos salten las chispas ni los trozos de metal, aunque conviene ponerse unas gafas de seguridad y unos guantes.
Estas gafas nos van a proteger los ojos ante cualquier trozo de metal que salte (algo que puede ocurrir) y los guantes harán lo propio con las manos. Con estos elementos, se trata de herramientas con las que es casi imposible tener un accidente.
Puede afilar con agua
Determinadas piezas de metal, y hablamos sobre todo de herramientas de corte, no se pueden afilar en seco. De hecho, si las ponemos en la muela de un esmeril “normal” la hoja terminaría destrozada.
También hay esmeriladoras que son específicas para afilar, ya que un lado lleva una piedra que funciona con agua y, en el otro, una muela que, en realidad, es un asentador del filo al que hay que colocar pasta.
En la muela que va con agua vemos una pequeña bandeja en la que se pone el líquido, por lo que la piedra se va mojando cada vez que da vueltas, consiguiendo así el afilado húmedo.
Saber cómo funciona una esmeriladora es muy fácil, pues no es más que un motor eléctrico que acciona dos muelas que dan vueltas. Es una herramienta muy sencilla y a la vez muy útil, con muchos usos y con la que se puede trabajar tanto metal como madera en los talleres profesionales.
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